El embarazo representa una de las etapas más delicadas en la vida de una mujer: emocionante y llena de novedades, trae consigo alguna pequeña fuente de ansiedad por la gran cantidad de información nueva que debe aprenderse, así como una sensación natural de cansancio debido al cambio importante. que el cuerpo enfrenta en ese momento.
Por lo tanto, parecería natural querer complacer la tendencia a ‘anidar’, tratando de mantenerse en reposo tanto como sea posible.
Si el sofá representa muy a menudo una comodidad muy atractiva, también es cierto que -salvo en los casos de riesgo de embarazo- es realmente muy importante que la futura madre se mantenga lo más en forma posible.
Por lo tanto, a las muchas elecciones que tiene que hacer una mujer embarazada, se suma la decisión relativa a cuánto y qué tipo de movimiento hacer durante el embarazo.
Las opciones son variadas: desde la acuaactividad hasta una actividad ligera en el gimnasio o largas caminatas.
Sin embargo, uno de todos es absolutamente más recomendado por médicos y especialistas al mismo tiempo.
Hablamos del yoga, una disciplina de derivación oriental que combina la práctica de ejercicios denominados ‘posturas’ con una parte importante de la meditación. Veamos a continuación las razones por las que el yoga es realmente muy adecuado durante el embarazo.
Uno de los aspectos más importantes que se enfatizan menos cuando se trata de los muchos beneficios de la práctica del yoga durante el período de gestación está relacionado con el hecho de que las clases de yoga que se ofrecen específicamente antes del parto casi siempre son impartidas por una ‘partera’.
¿Quieres ganar seguridad?
Esto permite que las nuevas mamás se sientan infinitamente más seguras, ya que comienzan a familiarizarse con una figura que será cada vez más importante durante el parto.
Además, permite a las madres que trabajan y que por tanto tienen que hacer malabarismos con múltiples compromisos, beneficiarse del asesoramiento de una figura profesional muy cualificada.
Desde un punto de vista estrictamente relacional, quizás uno de los más delicados e importantes durante el embarazo, el yoga ofrece beneficios verdaderamente notables.
En un ambiente distendido e informal, las nuevas mamás tienen la oportunidad de intercambiar opiniones con otras mujeres para compartir la experiencia.
Poder compartir con otras personas en la misma situación ayuda a las futuras mamás a sentirse menos solas y obtener información muy importante para llevar mejor el embarazo y divertirse al mismo tiempo, aspecto que siempre debe ser central tanto para el bienestar de la madre y la del nonato.
Además, desde un punto de vista más físico, el yoga es probablemente una de las disciplinas más válidas para todas las embarazadas, ya que es la que consigue aportar un mayor número de beneficios.
¿Desde cuándo se recomienda hacer yoga?
De hecho, se recomienda ya desde los primeros meses de gestación, porque es una disciplina que le permite responder a diferentes necesidades del cuerpo, aliviando trastornos que ciertamente se sienten con mucha fuerza durante el período de embarazo.
Probablemente el yoga sea tan adecuado para el embarazo porque además consigue proteger el bienestar del bebé en todo momento, gracias a sus movimientos suaves y la ausencia de estrés.
El yoga es absolutamente la disciplina más recomendada para mantenerse en forma y por tanto mantener el tono muscular, ayudando al cuerpo a prepararse para el gran evento mientras se realiza algo de ejercicio físico.
Durante la gestación es importante no soltarse: el yoga es ideal para las futuras madres porque no ejerce demasiada presión sobre el cuerpo.
¿Cómo te sentirás?
su práctica es de hecho muy delicada pero al mismo tiempo permite que el cuerpo permanezca tónico dentro de un ambiente muy relajante y particularmente adecuado para contrarrestar dos síntomas que a menudo acompañan a la gestación como son el dolor de espalda y la hinchazón de las extremidades.
Además, te permite adquirir una considerable conciencia a nivel físico de la importancia de cada elemento del cuerpo: los momentos que preceden a la fase de relajación y meditación llevan a centrarse en la importancia de la respiración y de cada parte del cuerpo.
Finalmente, el yoga te permite unir la parte física con la espiritual, entrando más en conexión tanto contigo mismo como con el futuro por nacer.